JOHN BLETA
¿Porque huye el habla ante tu imagen,
porqué el silencio tornase lenguaje,
porque Jhon, mirandoté vuelvo a nacer
y me extremezco como aquel día
en el cual nacía al alba de otros mundos?
¿Porque los sueños tornan a poseer,
mi cuerpo y cunde el miedo de estar así
contigo y en la entrega a tus fuerzas llagan mi carne?
¡Ay, pues tu en la poseción, quitándome
el pasado eres pavura del
el Dios humano de que nace un hombre,
y engendra con su néctar todo olvido!
Y solo entre tus brazos, perdido como un niño
en la profunda selva del deseo, comprendo
que habitar en el mundo es consagrarme a ti
y construir en ti la posada que hace posible
un mundo porque el mundo eres tú, o John,
y dejo que me habites y te habito porque ya
no estoy solo y es el abismo un canto
que conduce al infinito juego del amor,
y los cuerpos fundidos en el desnudo fresco
de la aurora del sexo, que conduce a mi Ítaca
con ossanas y palmas, para laudar la recidumbre
de un Dios carnal crecido entre mis piernas.
(Oscar Portela)
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